Sigue el método de Master Chef para convertirte en experto en proyecto en solo una semana

Método garantizado. Te aseguramos tu expertise en tan solo una semana. Sigue el método masterchef para convertir en un auténtico experto o en una auténtica experta en proyectos no se te resistirá ninguno. Éxito garantizado. Te lo contamos ya.

El método es muy sencillo tiene 3 pasos.

Vas a ser un masterchef ¿cómo lo vas a lograr sin tener las herramientas adecuadas?
Lo primero los cuchillos. Unos que corten bien. ¿De cerámica o de metal? El que tu elijas. No estará de más que tengas un guante de malla de acero para que no te cortes. Un afilador también. Luego un set de espumaderas y palas para remover. No te olvides de las sartenes, cazos, ollas y, cómo no, una vajilla para poder emplatar esas maravillas culinarias que vas a preparar.

Pero este equipamiento lo podría tener cualquier y nosotros estamos hablando de ser expertos tipo masterchef y para eso necesitamos más mucho más. ¿Cómo vas a preparar un bizcocho en vaso al microondas o un aire de albahaca sin un sifón? Y no me estoy refiriendo al sifón que se le agregaba al vermut, sino al sifón de cocina que incluyendo en su interior una salsa te la convierte en una deliciosa mousse suave y deliciosa.

Y que decir de un roner. La tendencia actual es cocinar a baja temperatura para mantener los alimentos sin alterar con todos sus jugos en el interior, sin perder nada de su sabor al mezclarse con el agua. El roner, manteniendo su temperatura homogénea y fija para todo el alimento, lo consigue. Necesitas uno para ser un experto.

Tampoco nos olvidemos de la química lo que se conoce como cocina o gastronomía molecular. La cocina moderna está llena de compuestos químicos que permiten realizar velos, esferificaciones y toda clase de refinamientos técnicos para hacer las delicias del comensal. Un agar agar, un alginato sódico, un cloruro cálcico, un gluconolactato de calcio, etc.

Y que decir de un abatidor y un par de ampollas de nitrógeno líquido para hacer helados instantáneos.

La cocina tiene un fundamento sencillo, tan básico que para realizar cualquier preparación se puede disponer de una receta. No importa lo compleja que sea, ni la cantidad de elaboraciones que contenga, siempre puede hacer disponible una receta para poder reproducir el plato. Pues si es por disponer de recetas armémonos con un gran arsenal de los mejores cocineros y cocineras.

Por ejemplo podemos tomar libros de Karlos Arguiñano o de Juan Mari Arzak o Pedro Subijana o del garrote de Martin Verasategui. También podemos tomar recetas de Eneko Atxa o Andoni Luis Aduriz. O de exponentes más mediaticos como Pepe Rodríguez, Jordi Cruz o el chef del mar Ángel León. O podemos tomar recetas del mejor chef del mundo Ferrán Adrià, puestos a elegir copiemos de los mejores.

Si no nos gusta leer pues nos podemos ir a canales de youtube que nos muestren desde cómo hacer cupcakes a cómo realizar cocina de aprovechamiento. O incluso a instagram donde los chef nos enseñarán a realizar las recetas paso a paso y en directo.

Nos apuntamos a un cursito, lo realizamos en alguna academia online o de forma presencial, si podemos, y nos dan nuestro título de masterchef.

Para ser experto en proyectos tienes que hacer lo mismo: comprar herramientas, copiar de otros tal cual y certificarte como si no hubiera un manaña.

Pero hay un pequeño problema.

Cómo dijo Fernand Point el padre de la nouvelle cuisine francesa:

Ese punto marca la diferencia.

Por eso hay ciertas personas que cuando cocinan se les reconoce un “don”, porque se han puesto a experimentar y practicar para obtener los mejores resultados, no contando siempre con los mejores medios.

Si te quedas en comprar herramientas, en copiar lo que hacen los demás y en acumular certificados como si fueran los cromos de un álbum de futbol seguirás sin tener ese toque, esa experiencia, para lograr que la receta sea vibrante, para lograr que sea un plato espectacular digno de un restaurante con estrella michelín.

El error más frecuente es quedarse únicamente en lo fácil que es comprar las herramientas, copiar las recetas de los demás y certificarse.

Fácil porque sólo requiere pagar, ya está. Lo difícil es invertir los 14 años en practicar, en esforzarse, en mirar con detalle cómo realizarlo todo con esmero. En saber que usar en cada momento, cómo funciona cada herramienta, cómo obtener más, en conseguir ser un experto o una experta.

No te quedes en la parte fácil, porque realmente te servirá de bien poco, te servirá para aparentar. Serás un plato llamativo, pero falto de sabor.

En la cocina, sobre todo, lo que importa es el sabor. En los proyectos también.