El Haiku: Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que… (George E. Marshall)

Hay una cuestión que cada vez tengo más clara y en la que no dudo en polemizar. Es cuando la gente saca la discusión de la importancia de las ideas, las ideas brillantes, la ideas geniales, la importancia de la idea como base de todo. Pero, como te decía, cada vez tengo más clara mi posición en ese debate y cada vez lo acepto menos y mi pensamiento está alineado con el de George E. Marshall. Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que…

Hay dos puntos que hemos mitificado a lo largo de la historia de la humanidad: los héroes y las heroínas por un lado y las ideas por otro.

Creemos que una persona, una sólo persona es la responsable de todo lo bueno que acontece en un momento determinado. Cualquier invención es fruto de un único investigador, sin tener en cuenta los que estuvieron investigando antes que él o que ella, los que determinaron que caminos eran los que merecía la pena investigar y cuales los que había que desechar.

Ignoramos aquellos que crearon elementos, herramientas, teorías que permitieron sustentar la invención posterior. Hasta Newton decía su famosa frase de Si he podido ver más allá es porque me subí a hombros de gigantes. La humanidad es un resultado colectivo no un producto solitario de una serie de personas determinadas a lo largo de nuestra historia.

Con las ideas pasa exactamente lo mismo. Nos gusta contarnos el cuento de que a alguien se le ocurrió una idea feliz, al héroe o a la heroína como no, y ya todo vino solo, ya todo se sucedió enseguida.

Las ideas sin una serie de pequeños actos que se ejecutan para llevarlas a cabo no sirven para nada. Una gran idea, una gran concepción que no pasa de la planificación de un cuaderno no sirve de nada. Ese genio escondido en la montaña que tiene la solución para la humanidad y que no la lleva a cabo es algo fatuo, sin valor.

Las ideas cuando se confrontan con la realidad flaquean y es necesario el trabajo y el esfuerzo para lograr que remonten. Tenemos como ejemplo reciente el caso de las nuevas vacunas para la pandemia COVID-19, una idea, la de ARN mensajero, que fue desechada por muchos laboratorios y por las que sus desarrolladores Katain Karikó y Drew Weissman llevan peleando, trabajando, esforzándose durante más de 40 años, para ver como ahora va a suponer una revolución. Revolución no por la idea, sino por la idea más el trabajo de llevarla a la práctica que llevan desarrollando durante todos estos años. Moderna, BioNTech y el resto de laboratorios se han aupado a esos hombros para lograr erradicar la pandemia.

Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que todos aquellos grandes que se planean.

No lo olvides.

Ejecuta.

Haz.