Póker y liderazgo: cómo este deporte mental puede ayudarte a mejorar tus habilidades como líder empresarial

A veces ocupar un puesto de responsabilidad es lo último que desearíamos. A todo el mundo le gusta que se le reconozca su labor pero, en ocasiones, tener que hacerse cargo del trabajo de un grupo de personas y asumir la responsabilidad del resultado final de grandes proyectos no siempre reporta experiencias positivas, sobre todo en aquellos casos en los que la persona en cuestión no se siente cómoda con su nuevo rol de líder. No obstante, no hay nada que no se pueda solucionar con esfuerzo, trabajo duro, ganas de aprender y paciencia.

Así, si bien es cierto que hay personas que nacen con habilidades innatas para asumir cargos de responsabilidad, otras no saben por dónde empezar cuando la etiqueta de “líder” les es impuesta. Si eres de los que se encuentra en este segundo grupo no te apures, pues hay muchos recursos al alcance de tu mano para mejorar tus aptitudes de liderazgo. Una manera de las más habituales para hacerlo es asistir a algún taller o curso de liderazgo empresarial, en donde expertos en la materia ofrecen claves para mejorar en tus funciones.

Es recomendable compaginar este tipo de iniciativas con otras como la lectura de libros especializados en el tema o el desarrollo de actividades a nivel personal que te ayuden a potenciar cualidades como la responsabilidad, el control de las emociones o la estrategia. En este sentido, una de las que más éxito está teniendo en los últimos años es la práctica del póker, el cual no solo es una de las variedades de juegos de cartas más jugados, sino que también está reconocido como un deporte mental. Así, al igual que ocurre con el ajedrez, su práctica nos permite trabajar determinados aspectos que pueden ser claves en nuestro desempeño como líderes, tales como:

• Control de las emociones: En cualquier toma de decisiones, es necesario mantener la mente fría y analítica. En el ámbito empresarial no podemos dejarnos guiar por las emociones, pues estas podrían poner en jaque el futuro de la empresa. El póker es una disciplina que exige mantener a raya no solo las emociones, sino la expresividad de las mismas, de ahí la importancia de los conocidos como “faroles”.
• Empatía: La empatía es una de las virtudes más importantes de todo ser humano. Ser capaces de entender a nuestro interlocutor, saber qué le preocupa y ofrecer una solución eficaz para ello es clave cuando somos los líderes de un equipo. El póker, como juego incompleto, requiere que nos fijemos en la actitud de nuestros oponentes para poder leer sus emociones y adelantarnos a sus acciones.
• Adaptabilidad: No siempre las cosas salen cómo uno quiere. Ser rápidos ante el cambio y tomar decisiones sobre la marcha es otra de las lecciones que el póker nos ayudará a aprender.