Bookwalking o Cómo exprimir este año a tope

Este último año he estado practicando algo a lo que llamo bookwalking. Hoy quiero contarte en qué consiste y qué me ha permitido conseguir. ¿Para qué? Para que lo puedas practicar tú este año y consigas más que yo. ¡Vamos a por ello!

Hace unos años empecé a aunar dos de las cosas que más me gustan: leer y caminar. Eso es el bookwalking, leer caminando.

Te puede parecer una locura, ¿cómo se puede caminar y leer a la vez!??!!???!?!? Pues me cruzo continuamente con personas que van leyendo su móvil, ¿alguna diferencia?

Sí, leyendo se aprende más.

Este último año he llevado el bookwalking un poco más lejos. En este último año he portado siempre un libro conmigo y cuando me detenía en una cola leía mientras esperaba. Lo he llevado tan lejos que cuando estoy esperando el embarque en un avión aprovecho para sacar mi libro y leer o mientras espero a recoger el equipaje o mientras cojo el autobús o espero un taxi.

Algunas veces me da tiempo de leer 1 página, otras 5 y otras 10, pero al cabo del día cada una de esas páginas cuenta y cuenta mucho por decenas y centenas. Este año el bookwalking me ha llevado a alcanzar la cifra de 33 libros leídos. Nada mal para leerlos de poquito en poquito.

He aprendido muchas cosas en los libros, aunque lo más sorprendente han sido dos cosas que he podido encontrarme por el camino y son…

Lo sorprendente es que leer y caminar son dos de las actividades que más relajan al cerebro humano y le permiten liberar stress, según un estudio publicado por la universidad de Sussex.

Lo mismo no es tan sorprendente, ¿no?

Puedo dar fe que me relajo mucho durante una sesión de lectura y caminata. Imagínate después de un día sentado en un escritorio durante largas horas, poder estirar las piernas con soltura y a la vez aprender es una sensación que no tiene precio.

Ahora me dirás que es muy complicado eso de leer a la vez que caminas, te puedo asegurar que no lo es, aunque debes desarrollar tu visión periférica y ser capaz de andar en línea recta sin mirar directamente. También es importante seleccionar el terreno por el cual andas para que no sea irregular y te tropieces. ¿Cruzar la carretera? En ese momento puedes dejar de leer.

Si no te sientes con fuerzas para empezar a leer andando, puedes llevar un libro siempre contigo y sacarlo en el momento que tengas que esperar. No hay nada más reconfortante que esperar en la cola del supermercado y aprovechar esos minutos para leer 5 páginas de un buen libro. Es una forma de enriquecer momentos que de otro modo no te aportarían nada.

Enriquece los momentos con un libro.

Eso sí, no te lo pongas difícil, no quieras empezar a leer Guerra y Paz el primer día. Elige un libro sencillo de un tema que te guste, algo que haga tiempo que estés deseando leer (si necesitas alguna recomendación pregunta a alguien, yo mismo te puedo dar alguna e incluso todos los años tenemos una sección dedicada a ello).

Una vez tengas el libro sólo necesitarás un marcapáginas y un lápiz para tomar notas.

¡Sí! hay que tomar notas al leer, pero ese es un gran mundo que trataremos otro día.

Si tienes un libro electrónico tanto mejor, casi todos los modelos tienen una forma de marcar el texto y dejar notas. Lo modelos con retroiluminación son geniales para el invierno (donde hay menos luz natural) y cuando tienes que desplazarte en ambientes con luz variable.

No lo pospongas más, toma un libro y comienza el bookwalking desde hoy.

El primero y principal es aprender, aprenderás muchas cosas, muchas más de las que podías esperar. Por otro lado, avanzarás en capacidad de concentración, ya que serás capaz de ignorar a tu entorno y centrar en tu libro, enfrascarte en su lectura sin importar el ambiente que te rodee.

El ejercicio es otro beneficio, pasear es una de las acciones más saludables, es un deporte sano y que nos ayuda a descansar más por las noches, vamos que el bookwalking es un acierto seguro.

Te dejo con un simple deseo.

¡Feliz lectura!

¡Feliz bookwalking!