El Haiku de hoy parece mentira que lo pueda decir alguien que se dedica a la actuación, alguien que parece tentado a recibir adulaciones y a que los demás le digan siempre lo que quiere escuchar. Pero la frase de Lilian Gish es tan profunda que debes copiarla.
No es sencillo tener esa fortaleza de carácter para apreciar que nos digan que hicimos mal en lugar de la adulación. Por muy fuertes que nos creamos ser, esa prueba de reclamar opiniones de los demás y de no sentirnos heridos en lo más profundo de nuestro ser por lo que nos puedan decir no está al alcance de muchos e, incluso, quienes lo han logrado han tenido que pelear cada peldaño de esa escalera para conseguirlo.
Pedir y aguantar el feedback no es fácil, pero ese esfuerzo, ese sacrificio tiene una recompensa, la recompensa de la mejora continua.
Si nos empeñamos en vivir en un mundo de rosas donde todo lo hacemos bien, está claro que poco podemos mejorar, ¿el qué, si todo es perfecto? Pero bien sabes que la realidad es otra, otra bien distinta.
Ser humilde, aceptar lo que no hicimos tan bien, pedirlo como el gesto más amable que nos pueden dedicar nos hará más grandes, nos permitirá ser mejores.
Mejora continua.
¿Te la vas a perder?
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Este es un lema que me aplico continuamente. Yo no me veo desde fuera. Puedo hacer las cosas mal. Si ves que hago algo mal, dímerlo!.
Tendemos a creernos muy buenos, y no ser capaces de ver nuestros errores.
Necesitamos a alguien que nos diga lo que hacemos mal.