Cómo comprobar si tu empresa es Lean o no

Había una vez una empresa de ingeniería europea que estaba muy orgullosa del trabajo que había desarrollado sobre el lean manufacturing.

Cuentan que esta empresa de ingenieria europea recibía muchas visitas de otras empresas de su entorno para aprender de ellos lo bien que lo hacían con el lean. Las otras empresas llegaban y observaban cómo estaban realizando su trabajo en lean ya que para todos ellos era la empresa que había llegado más lejos dentro de su área en la aplicación del lean manufacturing.

Pero esta empresa no se conformaba. Tenía ambición. Quería más, querían llegar más lejos, querían se LeanPerfectos, alcanzar la perfección del mundo lean y, para ello, recurrieron a los creadores del Lean: Toyota.

Dentro de Toyota el gran padre de su Toyota Production System (TPS), lo que en el mundo occidental se denominó Lena Manufacturing, fue el señor Ohno. De los muchos colaboradores del señor Ohno su mano derecha fue el señor Ooba.

Con el señor Ooba contactó la empresa de ingeniería europea y le propusieron que les honrara con su visita, que fuera a visitar su fábrica. Ellos secretamente ansiaban ascender al valhalla del lean con la bendición de uno de sus máximos pontifices.

El señor Ooba, hombre de pocas palabras, aceptó la oferta y fue a ver la fábrica que tan amablemente se habían ofrecido a mostrarle. La empresa de ingeniería europea estaba encantada, no cabía en sí de gozo ante la aceptación de la visita por un miembro tan destacado de la historia del desarrollo del lean.

Nada debía fallar.

Prepararon la visita perfecta. Le enseñarían todas aquellas cosas de las que se sentían tan orgullosos.

El día de la visita le mostraron cómo trabajaban en tiempo real junto al negocio. Le mostraron paneles visuales donde mostraban la carga de trabajo públicamente a todos los miembros del equipo. Le mostraron el poco inventario que tenían disponible y cómo generaban todo lo necesario cuando había peticiones pull de la forma más eficiente posible siguiendo los mandamientos lean.

Satisfechos de mostrarle las cosas que hacían tan bien, le preguntaban al señor Ooba “Somos lean, ¿verdad?”. A lo que el japonés respondía de forma lacónica y socarrona “Interesante”

Los nervios se apoderaron de ellos. El señor Ooba no decía nada más. Lo intentaron todo, le dieron incluso la oportunidad de hablar con los trabajadores, que ellos mismos le contaran de primera mano cómo lo hacían, cómo trabajaban y cómo mejoraban.

Después le volvieron a insistir “Somos lean, ¿verdad?”. A lo que el japonés respondió de nuevo con su lacónica socarronería “Interesante”.

Finalizada la visita y vuelta a la sala de conferencias, el presidente de la empresa de ingeniería europea no pudo aguantar más, no iba a dejar irse al señor Ooba sin obtener de él una respuesta clara sobre si eran lean ono. Se fue hacía él y le preguntó abiertamente:

“Señor Ooba le hemos enseñado toda la fábrica, le hemos contado y mostrado cómo trabajamos. Ha tenido la oportunidad de hablar con todos los trabajadores y directivos. Ha visto todo por lo que nos sentimos orgullosos de nuestro trabajo. Me gustaría que me dijera si somos una de las mejores empresas del mundo aplicando lean.”

A lo cual, el señor Ooba, sin poder evitar una respuesta, le respondió de forma lacónica lo siguiente:

No lo sé, yo no estaba ayer aquí.

El lean no es el Nirvana, no es un estado que se alcanza, sino que el lean es un proceso de mejora contínua y que contínuamente debes estar trabajando en él. Lo que la empresa quería era mostrar el resultado de aplicar lo que había aprendido, el resultado de aplicar el lean, pero eso no es el lean.

Por eso, si te preguntas si tu empresa es lean o no, pregúntate mejor si estás en un estado de mejora y perfección continua. No te preguntes si has alcanzado un estado de perfección en la cima del mundo.

¿Es tu empresa lean?