Los benchmark enseñan mucho, pero esconden lo más importante

En el mundo del baloncesto las estadísticas son cada vez más populares. En casi todos los resúmenes de los partidos leemos como dato importante la valoración de cada uno de los jugadores. Incluso se desarrollan juegos para que los aficionados formen parte del espectáculo de este deporte. El Supermanager de la ACB es un vicio para muchos de nosotros. Hay estadísticas para cualquier situación que se pueda dar, tanto individuales como colectivas.

¿Qué jugador de la NBA ha intentado más tiros libres en un partido sin anotar ninguno?

“Las estadísticas enseñan mucho, pero esconden lo más importante”.

Esta frase, o una muy similar, pertenece a uno de los entrenadores más grandes del baloncesto europeo, Bozidar Maljkovic. El significado de esta frase es evidente y transmite que la esencia del baloncesto, el juego en equipo y la estrategia en los partidos están por encima de cualquier dato estadístico que podamos imaginar.

Bozidar Maljkovic ganó 4 euroligas, 2 de ellas con la Jugoplastika de Split con jugadores jóvenes pero increiblemente buenos: Kukoc, Ivanovic, Radja, Sobin, Perasovic, Tabak. Pero ni de lejos eran favoritos para ganar los títulos frente a un histórico Maccabi o al Barcelona de Norris.

Podemos pensar que un jugador que pone muchos tapones es un buen defensor porque evita canastas del equipo contrario. Pero ¿qué parámetro estadístico mide el miedo que provoca en los jugadores contrarios, que para evitar el tapón rectifican su tiro? Incluso hay muy buenos defensores que ponen intensidad en el juego y evitan que el balón llegue al jugador contrario. Poner tapones es un dato que enseña mucho pero no es lo más importante. (Marc Gasol fue el noveno mejor taponador de la NBA en la temporada 2012-2013 y fue elegido mejor defensor).

Las comparaciones son odiosas cuando nos centramos en un único valor. ¿Quién es el mejor jugador del mundo, Messi o Ronaldo? Messi porque mete más goles, Ronaldo porque es más completo. ¿ Y por qué no Casillas o Iniesta, que han ganado más Mundiales que los otros dos juntos?

Cuando analizamos un sistema y decimos que la productividad es de 0,01 PF por jornada, el benchmark nos está diciendo mucho, nos avisa de que hay algún problema en ese sistema. Pero esconde lo más importante, las razones que nos llevan a tener una productividad baja. El análisis del proceso nos llevará a identificar los aspectos de mejora en esa actividad.
Lo más importante es conseguir mejorar la productividad, identificar los fallos en el proceso y saber cómo solucionarlos. El benchmark nos enseña mucho, nos saca una tarjeta que nos dice dónde estamos, pero la mejor comparación será contra nosotros mismos. Incluso siendo buenos y muy productivos podremos encontrar puntos para mejorar.

Generalmente, cuando nos solicitan que realicemos un benchmark sobre la productividad de una empresa, lo que están esperando es un número, un valor de referencia y unas gráficas donde se compare la productividad actual con la productividad del mercado y de otras empresas similares. Pero no debemos centrarnos en un número, los benchmark enseñan mucho, pero esconden lo más importante.