nuclear
Un caso real de que lo importante son las personas, sucedió en 1983 donde una única persona evitó la Tercera Guerra Mundial enfrentandose a todos los sistemas que indicaban lo contrario.
Hace unas semanas hablaba de la La Paradójica Historia de “Lo Importante son las Personas” de como las personas son el valor más importante de las empresas que nos pueden llevar al éxito o al fracaso. Ahora vamos a ver un caso real de la influencia de una persona preparada que determina ya no sólo el éxito de un proyecto sino la evitación de una Guerra Mundial.
El sistema de alerta temprana soviético (OKO) detectó la aproximación de un Misil Balístico Intercontinental Minuteman hacia territorio soviético.
Ocurrió casi 3 semanas después de que la URSS destruyera un avión civil koreano de pasajeros por error que se habia perdido dentro de su espacio aéreo. Murieron 269 personas, entre ellos varios estadounidenses y por ello la URSS estaba a la espera de una represalia por parte de EEUU.
El oficial al mando, Stanislav Petrov, sopesando por un lado la amenaza real y por otro las peculiaridades del sistema, interpretó que era un fallo e ignoró la alerta.
Más tarde, los ordenadores detectaron otros 4 misiles, es decir según los sistemas un total de 5 misiles balísticos intercontinentales se estaban acercándo cada vez más a territorio soviético.
Esto parecía el inicio de la tan temida 3ª Guerra Mundial.
Pese a la detección de los 5 misiles y dando más peso a las peculiaridades del sistema de satélites OKO, interpretando de nuevo que éste podría equivocarse y sobre todo aplicando un sentido común temerario, Petrov ignoró las 5 notificaciones con una frase que ha pasado a la historia:
Nadie empieza una guerra nuclear con tan sólo cinco misiles.
Petrov acertó, el sistema debido a una rara conjunción de la Tierra, el Sol y la posición específica del satélite, coincidiendo con el equinocio de otoño, produjo en los satélites la detección de señales térmicas identificadas como muestras de misiles, cuando no lo eran.
Si Petrov hubiera dado la alarma al alto mando, la URSS hubiera lanzado sus arsenales de misiles nucleares en respuesta, debido a la escalada de tensión que había en esos momentos.
El propio Petrov comentó años más tarde en el documental “The Red Button & The Man Who Saved The World” (“El botón rojo y el hombre que salvó el mundo”, 2008):
Todo lo que pasó no me concernía – era mi trabajo. Estaba simplemente haciendo mi trabajo y fui la persona correcta en el momento apropiado, eso es todo. Mi última esposa estuvo diez años sin saber nada del asunto. ‘¿Pero qué hiciste?’, me preguntó. ‘No hice nada’
Aunque Petrov se ganara una reprimenda de sus superiores por no informarles de lo detectado, para él lo detectado no era lo que informaban los sistemas sino lo que informaban los satélites más el valor añadido que aporta una persona con sus experiencias y su capacidad de análisis.
Tener en el equipo a la persona adecuada no tiene precio.
Elegir a las personas adecuadas, prepararlas y cuidarlas, marca la diferencia entre triunfar o fracasar.
Y tú, ¿crees que lo importante son las personas? ¿Las cuidas?
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Totalmente de acuerdo. La intuición humana, el poner en valor las cosas gracias al instinto, digan lo que digan los números es insustituible.
Como gestores, hay que fomentar esa "dependencia" del valor que aportan/aportamos las personas sobre las máquinas lo cual, por cierto, tiene un efecto colateral muy interesante: aumentar la motivación y la implicación mediante la confianza en la gente.
¡Excelente post! No conocía la historia y me ha encantado.
Ángel
Aportar valor es una frase muy utilizada casi siempre cuando se recrimina o cuando se listan los servicios que se prestan.
Realmente el sentido es dar ese plus, ese algo más ante situaciones imprevistas (espero que todos sepamos actuar ante algo previsto porque tiempo hemos tenido para prepararnos).
Por otro lado está el factor humano que es capaz de con su experiencia, preparación, conocimientos,... tener un algo denominado "intuición" que le permite, casi sin ser consciente de ello, salir victorioso.
Me alegro de que te haya gustado la historia.
Gracias Ángel.
Un abrazo.
Gracias Julian por compartir este post, es un perfecto ejemplo para uno de los valores del manifiesto ágil: "Individuos e Interacciones, sobre Procesos y Herramientas". Saludos y nos seguimos leyendo.
Gracias a ti por tu comentario Gustavo.
Los individuos al final son los que tienen que ejecutar esos procesos utilizando las herramientas definidas así que al final siempre son los importantes.
Un saludo.
Completamente de acuerdo en el hecho que la humanidad da grandes saltos a traves de acciones y actitudes de solo unas personas. Hay que identificar, desarrollar y retener a estos elementos que son los talentos en potencia.
No hay que repetir frases liquidadoras como las de un gerente corporativo de RRHH que decía; por mas extraordinario que sea tu aporte esta cubierto por tu sueldo...............
Saludos y gracias por el conocimiento compartido.
Efectivamente Michael y de hecho no estoy de acuerdo con el tema del sueldo.
Apple lo ha demostrado a lo largo de los años: en Sillicon Valley era la empresa que menos pagaba, con diferencia, a sus empleados y aún así estos no se iban.
Lo que hay que hacer es ofrecer más a tus empleados y dentro de más no sólo cabe sueldo (que está claro que es importante pero no determinante).
Gracias por tu aportación.
Un saludo.