El Haiku: No aprendemos de la experiencia, sino de… (John Dewey)

A veces se tiene la sensación de que la experiencia es la que te da la sabiduría, pero la verdad es que no es así. Lo que te da realmente la sabiduría es… Bueno, para eso te traigo el Haiku de hoy de John Dewey que reza No aprendemos de la experiencia, sino de…

No es el único educador que ha llegado a esta conclusión. La experiencia per se, sin reflexión no sirve de nada.

Piensa en la película Groundhog day de Harold Ramis traducida en España por Atrapado en el tiempo, donde Bill Murray estaba condenado a repetir el mismo día hasta que … no te voy a hacer spoilers, te recomiendo que la veas para que salgas de dudas y te eches unas risas porque es muy divertida. Pero el fondo es ese, repetir por repetir, acumular experiencia como el que hace kilómetros, sin reflexionar sobre lo que pasa no nos sirve de mucho.

El profesor Anders Ericsson en su libro Peak (traducido en español como Número uno: Secretos para ser el mejor en lo que nos propongamos) lo llama práctica dirigida e introduce un matiz. Partiendo de la premisa de que un experto se convierte en tal con unas 10.000 horas de práctica él llega a demostrar que realmente no es así, que lo logra cuando la práctica está dirigida a potenciar aquellas áreas más débiles y no simplemente a practicar lo que sea.

Ese “practicar las áreas débiles” es el fruto de reflexionar sobre la experiencia, sobre lo que ha sucedido, sobre cómo hemos llegado a donde hemos llegado qué ha fallado y qué ha funcionado.

La reflexión es preguntarnos ¿por qué? y no actuar como un autómata una y otra vez.

No aprendemos de la experiencia, sino de reflexionar acerca de nuestra experiencia.