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2021
¿Qué es mejor: una estrella solitaria o un equipo de gente media?
Léelo aprox. en 3:36 minutos.
Hoy te presento una pregunta sencilla. No te quejarás. ¿Qué es mejor: una estrella solitaria o un equipo de gente media? Fácil, ¿no? ¿Quieres algo de contexto? Dentro de tu proyecto, dentro de tu empresa que prefieres tener a tu lado, una superestrella que lo sepa todo, que lo controle todo o, en cambio, prefieres tener un equipo de gente más normal, no tan brillante, pero que sean un equipo. Antes de que tomes tu decisión te voy a dar algún dato más para que tengas en consideración. Vamos a verlos.
Cuando hablamos de la estrella del equipo, todos podemos pensar en un futbolista que marca la diferencia. Solemos fijarnos en el goleador, en la jugadora que transforma todo en un gol. El gol es el summum del futbol, el no va más, hay equipos que lo apuestan todo exclusivamente al gol, ni juego ni espectáculo ni nada solo gol.
Cuando uno de esos jugadores hace una jugada que nos deja atónitos como Maradona ante Inglaterra o Ronaldo ante el Compostela, solemos pensar que ese jugador es capaz de ganar el partido, pero ¿es así? La verdad es que no es así, aunque ellos marquen la diferencia, sin un portero sin nueve compañeros de campo no sería capaces de hacer nada.
Esto no significa que la gente genial no sea bienvenida al equipo, sino que el equipo debe tener una madurez similar entre todos sus componentes, no pueden ser tan desiguales como un goleador capaz de regatearse a todo el equipo contrario y los otros 10 que no saben ni jugar. Si fueran Maradona o Ronaldo (no Cristiano sino el brasileño) podrías pensar que te puedes permitir el lujo, pero… ¿y si se lesiona? ¿y si la vida nocturna le distrae? ¿y si lo ficha otro equipo como Florentino a Luis Figo?
Ese es el flaco favor que le haces a tu empresa: la dependencia de las personas.
El principal problema de las estrellas es la gran dependencia a ellas que conllevan. Son tan buenas, que cómo no les vas a dar todo lo que piden, cómo no vas a discriminar al resto con respecto a ellas, hasta que llega un día que no están.
Si en lugar de depender exclusivamente de ellas hubieras optado por un equipo equilibrado la baja de una persona no te penalizaría tanto. Sí podría irse el equipo al completo, pero eso denotaría otros problemas más serios, sin esos problemas no sería probable que se fueran todos.
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¿Las vas a dejar escapar? ¡Quiero ser el mejor! ¡Quiero ser la mejor!
Porque cuando tenemos un equipo, cuando tenemos equipos de verdad, muestra algo más importante de tu organización y es que existe una cultura.
Algo de lo que no se suele hablar que hacen los equipos es fomentar la cultura de la empresa. Una estrella, como tal, ignora todo lo que no le interese, porque es una estrella, se le consiente, se le malcría, te estropea la cultura.
Pero cuando tienes un equipo, ellos mismos cuidan la cultura de la empresa. Ya sabes cultura de empresa es la forma en la que aquí hacemos las cosas, la forma en la que nos gustan cuidar los detalles, ser amables con el cliente, poner atención a todo aquello que hacemos.
Sin mantener una cultura, la cultura adecuada a nuestra estrategia, nuestra empresa no será nada y nuestro equipo tampoco.
Porque una de las cosas más importante de los equipos es que interaccionan entre ellos, realizan polinización cruzada.
Uno de los puntos determinantes de los equipos es cómo se ayudan entre ellos y cómo se forman a sí mismos. Cuando un equipo ve que uno de sus miembros carece de alguna cualidad invierten tiempo en enseñarla. Puede que al principio esa inversión pese en la desempeño del grupo, pero a buen seguro que a futuro les hará rendir mucho mejor.
Y aquí no terminan, cuando ven a otro equipo, intercambian ideas, herramientas, formas de hacer las cosas, se retroalimentan, se fortalecen mutuamente. Se hacen mejores a la vez que interactúan.
Cuando ponemos en juego a una rockstar, no invierten tiempo en enseñar a los demás. Sólo los más aventajados, las más espabiladas son capaces de aprender de ellos a la vez que están trabajando juntos, pero no hay proceso de formación y menos de intercambio con otros equipos. La relación de la empresa se resiente, se vuelve menos colaborativa, más débil, menos resiliente.
Y ahora volvemos a la pregunta, ¿qué prefieres una estrella o un equipo de gente normal?
Lo mismo ahora lo ves de una forma diferente.
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Superstars are a tremendous asset to a team — do not assume that they are “selfish”. As a team manager or as a coach, it is your duty to get your superstar to perform at his best. Hopefully, you can encourage and reward him for sharing his expertise with other members of the team.
[…] Cuanto más estrella menos luz […]