El Haiku: No admitir un error es… (Robert Half)

Es una enfermedad que comparten muchos de nuestros compañeros y responsables que nos acompañan en nuestro día a día. Es una enfermedad que impide que nuestros proyectos mejoren. Es una enfermedad que hace que nuestro éxito no pueda despegar. Y es que si todos somos infalibles, ¿cómo podemos mejorar?

No importa en quien te fijes, todos nos equivocamos. Hay gente que parece que nunca se equivoca, pero lo que hacen es esconder sus errores. Si los escondemos no podemos mejorar, nadie nos podrá ayudar a hacerlo.

Siempre intento que los miembros de mi equipo compartan sus errores con los demás. Para ello, lo primero que hago es que cuando me equivoco lo comparto con ellos, mirad me he equivocado en esto ¿cómo lo podemos arreglar?

Si no hiciera esto ¿qué pensarían de un responsable que les pide que compartan sus errores con él, pero que él nunca se equivoca? Efectivamente que no les estoy diciendo la verdad.

Los errores, en el ámbito en el que nos movemos, no suelen ser de vida o muerte, pero si suelen causar muchos problemas si se esconden. Acostumbrados a castigar al que se equivoca, muchos no ven que el error es mejor compartirli y arreglarlo entre todos y no condenarlo a vivir oculto debajo de una piedra que cuando destapamos huele con un hedor insoportable.

El único hecho a condenar es no aprender de los errores, propios y ajenos, pero equivocarse es habitual. Y ojo, que no defiendo el error, lo mejor es acertar, pero tengo claro que nos vamos a equivocar muchas veces y la mejor política para ello es airearlos y corregirlos lo más rápido posible.

Recuerda que no admitir un error es un error mayor…