Dirección de Proyectos

Tu metodología no sirve para nada en este mundo líquido

Si creías que estabas salvado por tu metodología de pasos bien definidos y claros o pensabas que estabas salvada por seguir un paradigma ágil en el desarrollo de tus proyectos, siento decirte que tu metodología no sirve para nada en este mundo líquido. Un tsunami te puede llevar por delante en cualquier momento.

En momentos como el que vivimos hay algo que siempre me viene a la cabeza y son esas personas defensoras de la fe, una fe inquebrantable a una metodología, a un paradigma, a un llamalo como quieras.

En una situación como la que estamos viviendo donde lo que teníamos por seguro que íbamos a hacer, los planes que habíamos especulado, acordado, cerrado, se han visto dinamitados de una forma sorpresiva y aplastante, sólo nos deja una lección: la realidad no se amolda a lo que queremos, la realidad es lo que ella quiera ser.

Muchos se empeñan en ir con un método debajo del brazo, un método que no deja de ser un modelo, una forma de simplificar la realidad que puede que haya funcionado algunas veces, pero basta con que no funcione ahora, para que ya no nos sirva. Hasta las leyes de la ciencia tienen su excepción. Un método no sirve para siempre, no sirve para todo.

Y probablemente estés pensando que me dirijo solamente a las metodologías tipo waterfall y, como hoy quiero ser bastante claro, no, no me refiero solo a ellas. Me refiero a cualquier metodología, o metodología encubierta, que defiende unos pasos a toda costa pese a que la realidad te intente demostrar de forma persistente que no funciona.

Me refiero realmente más que a una metodología a esas personas que piensan de forma cabezona que su metodología les va a salvar, que están en posesión de una religión donde su dios es el dios verdadero, que con rezos y ofrendas conseguirán lo que quieran. Y si existe ese dios es un dios caprichoso, irascible y voluble, porque, como digo, si existe, sus respuestas son de todo tipo, para un lugar y para el contrario, dignas de un dios bipolar.

Por eso, la única cura que puedes encontrar en tiempos líquidos, al zambullirte dentro de esta realidad líquida que nos rodea, es la cura del solo sé que no sé nada, la cura de ser un científico que pruebe lo que funciona y lo que no, que no asuma que algo es, sino que compruebe si realmente lo es o no.

Esto nos exige el sacrificio de prepararnos, tanto en la parte de conocimientos como en la parte de actitud.

En la parte de los conocimientos haciendo acopio de cualquier metodología, práctica, pragmatismo, subterfugio, dinámica, etc. que pueda ser susceptible de concedernos algo de ayuda en este mundo. Y deberás buscarlas sin dejarte llevar por discriminación de edad, origen o popularidad, porque las cosas funcionan o no, independientemente de que su cuenta de instagram tenga millones de seguidores. Busca esas herramientas que te ayudarán a dirigir tu barca dentro del mar líquido que nos rodea.

En la parte de la actitud teniendo una actitud humilde, hambrienta de aprendizaje y colaboradora. La humildad es una de las mejores cosas que podemos practicar. Humildad para pensar que no lo sabemos todo. Humildad para pensar que podemos seguir aprendiendo de todos y cada uno de los que nos rodean. Humildad para no cerrarnos a los demás porque consideremos que somos demasiado viejos para que nos enseñen algo nuevo. Humildad para no creernos demasiado jóvenes como para aprender de nadie más. Hambre de aprendizaje, hambre de conocimiento, hambre de curiosidad que nos lleven a devorar cualquier cosa nueva que caiga en nuestras manos, porque esa realidad líquida se mueve tan rápido como si lo hiciera desde una cascada de más de 100 metros de alto, que digo 100, 1000 metros de alto y nosotros tenemos que ser más rápidos que ella.

Y colaborar. Que palabra más fácil de pronunciar y que difícil de llevar a cabo. Colaborar significa no tener miedo a compartir, significa explicar y ayudar sin interés. La colaboración es un Win-win que ayuda tanto al que aprende como al que enseña. Atrás quedaron los avaros que escondían sus conocimientos debajo del colchón, ¿y qué pasará con ellos cuando el tsumani líquido los arrastre al mundo del olvido? Que necesitará que le ayuden y entonces… ¿quién le ayudará?

Recuerda la lección que vivimos estos días.

El mundo es líquido.

El mundo ya te avisó.

Ahora adáptate a él… tu metodología no sirve para nada.

Julián Gómez

Te Ayudo a Dirigir tus Proyectos al Éxito. Sólo puedes ir más rápido, juntos podemos ir más lejos ¿Conectamos?

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  • Solo que te agradezco esta dilucidacion compartida, pues esa actitud me ha llevado a poder seguir adelante amén de aquellos que con sus metodologías y, cierto, más conocimientos, se escabuyen en los rincones de no hacer nada o simplemente dejar -a la desgracia evitable- simplemente ser.

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Julián Gómez

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