El Haiku: El progreso no se consigue por la suerte o por accidente, sino… (Epícteto)

Epícteto nos ha acostumbrado a muchos Haiku de gran calidad. Hoy no va a ser menos. Son tan buenos que cuando los terminas parecen demasiado sencillos, pero ese es el quid de la cuestión, darse cuenta de algo importante aunque parezca evidente: El progreso no se consigue por la suerte o por accidente, sino…

Cuando vemos a alguien que triunfa, el último paso, el última granito de su montaña de arena que le corona en el éxito puede llegar por casualidad. Puede que se haya debido a un golpe de suerte, los elementos conspiraron para que ocurriera, el universo entero se revolucionó para que sucediera, pero puede que fuera por accidente. Estas allí en el momento y el lugar adecuados y llevarse el premio, ganó, triunfó.

La historia es bonita, vende periódicos o publicidad en blogs, vende minutos de televisión o en canales de youtube, es la mar de interesante, una historia de suerte o casualidad que nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros. Tan cerca lo vemos que sentimos hasta el cosquilleo por la espalda de pensar que nos pudiera ocurrir a nosotros, pero eso no va a suceder.

No va a suceder si no compramos el billete para que nos toque. Ese billete, como nos dice Epícteto, se compra trabajando en nosotros mismo diariamente. Porque lo que nadie ve es el esfuerzo día a día de esas personas que triunfaron, consiguiendo no el último granito de su montaña, sino los millones y millones que sustentan la montaña.

Si no hay trabajo en uno mismo no habrá éxito.

Si no nos esforzamos no habrá éxito.

Todos los que te digan lo contrario te están mintiendo.

Ahora a poner en práctica la lección de Epícteto.