Dirección de Proyectos

Tyrion Lannister y la última gran lección de Juego de Tronos

Tyrion Lannister con los grillos puestos, con cadenas en pies y manos, aparentando ser más pequeño de lo que es, un ser insignificante incluso, nos demuestra de nuevo una gran inteligencia al dar una lección a todos los que le rodean, la última gran lección de Juego de Tronos, una lección que voy contarte ahora.

Ángel Gavin lo compartía esta pasada semana en Linkedin reproduciendo las palabras concretas que lanzaba Tyrion:

“¿Qué une a la gente? ¿El oro? ¿Los ejércitos? ¿Las banderas? Las historias. No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia. Nadie puede detenerla, ningún enemigo vencerla.”

Y certeramente sentenciaba:

Algún día todos los cursos de #storytelling comenzarán con esta frase de Juego de Tronos.

El poder de contar una historia, el poder de contar historias, el poder del storytelling en inglés, tiene tanta fuerza que a lo largo de los siglos nos ha acompañado desde que el ser humano es ser humano como lo atestiguan hallazgos como el hombre de Ulm una estatuilla de hace unos 40.000 años de un ser que no existe, con forma de león bípedo y del que no sabemos a ciencia cierta si era femenino o masculino, ¿qué historias contarían con esa talla en la mano al crepitar de una hoguera?

Incluso antes de ser el sapiens sapiens, probablemente nuestro antepasado común con el resto de homos ya tenía esta capacidad de contar historias, porque en los neardentales, a los que hasta hace poco se les otorgaba una inteligencia escasa, se les está empezando a dotar de mayor capacidad, de una capacidad para inventar, para crear, para crear historias, como las de las enigmáticas pinturas que dejaron en España hace más de 65.000 años.

Pero si tan extendido está en los homos el contar historias, nos surge la pregunta.

¿Por qué?

¿Por qué necesitamos contar historias?

 

Homo contador de historias


Nuestro cerebro, el cerebro del homo sapiens sapiens, es innecesario. Sí, como lo lees, no nos hace falta tener un cerebro tan grande, tan desarrollado para sobrevivir en el medio natural. Además es un órgano muy costoso, ya que consume hasta el 20% de la energía que gasta un ser humano en reposo, eso implica más comida, cazar, etc.

¿Por qué lo desarrollamos entonces?

Una de las hipótesis de la evolución de nuestro cerebro es precisamente esa: el cerebro evolucionó para contar y escuchar historias.

 

El número de Dunbar


La principal diferencia entre hombres y resto de primates es, sean éstos chimpancés, bonobos o gorilas, y no me refiero a estar cubiertos de pelo, a la musculatura o a las costumbres de cortejo, sino a lo que se llama el número de Dunbar.

Todos los primates somos seres sociales, nos relacionamos con nuestros congéneres, necesitamos hacerlo, pero ¿cual es el número máximo de congéneres con los que podemos relacionarnos?

Esto, según la investigaciones de Robin Dunbar, viene determinado por la capacidad del neocortex cerebral de cada especie de primate: cuanto mayor desarrollo del neocortex, mayor número de congéneres con los que se podrá relacionar el individuo de esa especie.

Los seres humanos ganamos a todos siendo capaces de establecer relaciones con hasta 150 individuos (aproximadamente) lo que se conoce como el número de Dunbar.

Nos relacionamos con más congéneres que ningún otro primate y necesitamos consolidar esas relaciones para cooperar, ayudarnos, sobrevivir, … ¿Cómo?

Esa relación entre seres humanos se consolidó siendo sociales, lo que implica que se hiciera a través del lenguaje y el lenguaje, como no, se utiliza para contar historias.

Somos el exponente más claro del chismorreo, del contar algo a los demás, “algo que tenga sentido” pese a que nos falte información. Somos el exponente de inventar, de crear las partes del relato que no conocemos o que no existen, todo en pos de crear un relato que sea creíble, que sea una historia que guste, una historia que los demás amen y los una más a nosotros mismos.

 

El poder de contar historias


En italiano hay un dicho que reza “se non è vero è ben trovato” que podríamos traducir por algo así como si no es verdad, está bien contado. Contar historias tiene un poder mágico y tiene una capacidad de llevarnos a otro mundo distinto del que estamos. El ocio, hoy en día, se resume en contar historias de distintas formas como libros, como películas o como videojuegos y como distintas combinaciones de éstos: Escape Rooms, realidad virtual y todo lo que se nos ocurra. Contar una historia, una historia que nos guste.

Una religión es una historia, un conjunto de muchas historias. Comienzan con una cosmogonía, una historia de cómo se creó el mundo, una historia de cómo se creó la naturaleza, de cómo llegamos aquí. Desde los griegos a los romanos con sus dioses tan humanos, hasta nuestros días y antes que ningún otro los egipcios, los babilonios, los asirios y los sumerios con su Gilgamesh todas y cada una de las religiones que han pasado por la Tierra nos han contado sus historias.

Baste destacar que todas las catedrales cristianas se decoraban con enormes vidrieras para que los clérigos pudieran contar la historia de los evangelios a la población iletrada.

 

Contando historias en tu proyecto


Y llegamos a tu proyecto. Cuando algo falla todo el mundo busca una historia, una historia que suene bien, una historia plausible y bonita, una historia que no se repetirá. Porque las historias tienen el poder de calmarnos, de relajarnos, como si fueran un encantamiento, un hechizo, como si el mero hecho de conocerla, arreglara lo que provoca o nos otorgará en el momento los beneficios que predica.

Una vez contada la historia, una vez aceptada la historia todo se arreglará, todo irá a mejor.

Cuenta más historias en tus proyectos.

Pedir financiación para tu proyecto es contar una historia, breve, pero historia al fin y al cabo por mucho que la llamen elevator pitch.

Describir una UX (User Experience) no deja de ser contar la historia de tu usuario, de tu cliente, en tu App, en tu servicio.

Describir una Customer Journey es contar una historia con final feliz.

Hacer que el equipo y los interesados compartan una misma visión, una misma meta, es que compartan una misma historia.

Porque como decía Ángel Gavin:

Algún día todos los cursos de #storytelling comenzarán con esta frase de Juego de Tronos.

Recuerda esta gran Lección de Tyrion Lannister y deja que fluya a tu favor el poder de contar historias.

Juego de Tronos es un gran ejemplo del poder de contar historias.

El Juego de Tronos de los Proyectos te aguarda.


Valar Morghulis!

Valar Dohaeris!

Julián Gómez

Te Ayudo a Dirigir tus Proyectos al Éxito. Sólo puedes ir más rápido, juntos podemos ir más lejos ¿Conectamos?

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  • ¡Hola!

    Muchas gracias por la mención :) Obviamente sólo puedo estar de acuerdo con todo lo que aquí se dice ;)

    ¡Abrazos!

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Julián Gómez

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