Dario Cecchini fue elegido hace varios años con el título (inexistente) de mejor carnicero del mundo. Realmente el título debería haber sido de cocinero más conocido del mundo y no hubiera quedado ninguna duda.
Si haces memoria recordarás que hace tiempo sufrimos el mal de las vacas locas. Se prohibió de forma inmediata el consumo de carne de vacuno hasta que se diera con el problema que ocasionaba que el consumo de dicha carne, transmitiera la enfermedad a las personas que la ingerían. Esto fue un desastre para ciertos países del mundo y, como no, para el protagonista del vídeo del viernes de hoy Dario Cecchini.
Dario, ni corto ni perezoso protagonizó, en aquel momento, el entierro del chuletón (o como se dice en la toscana bistecca alla fiorentina). Con este funeral atrajo para sí a todas las miradas, creó una marca personal de carnicero diferente, se mostró a Italia, y al mundo, de forma diferente, como alguien distinto.
Lo que tenemos que aprender de Dario es que no se quedó siendo un cocinero, no dijo: “es que sólo puedo ser un carnicero más”. Dario cambió, se adaptó y, con ello, consiguió su objetivo: no ser un carnicero más.
Sin más te dejo con Dario y ten cuidado no te salpique la carne 😉
¿Vas a seguir siendo igual que los demás o vas a actuar y cambiar?
¡Feliz Viernes!
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