Diego Marín Aguilera, el español que voló antes que los hermanos Wright

Hoy te voy a relatar la historia de Diego Marín de Aguilera que allá por el 1793 fue capaz de realizar lo que hasta 1903 no realizarían los hermanos Wright: volar. Y sí este hombre fue español no estadounidense.

Diego Marín nació en una familia de agricultores y ganaderos por lo que siempre debía estar listo para usar el ingenio a la hora de ayudar en las tareas del día a día.

Comenzó con algunos inventos que facilitaban las duras labores de los agricultores como la mejora del funcionamiento de los molinos.

Esta necesidad inicial de mejorar los molinos dió paso a una viva curiosidad y finalmente se tornó en pasión por todo lo relativo al aire y sobre todo al vuelo.

En este proceso fraguó en Diego la idea de poder volar de forma similar a las aves y de conseguir el vuelo a través de una máquina que pudiera suplir las carencias del ser humano.

Con esta idea en la cabeza, empezó a investigar todo lo que pudo a las aves y se dispuso a imitarlas, a copiarlas para crear un aparato que le permitiera volar. Para ello dió instrucciones precisas al herrero del pueblo para que le construyera un armazón móvil que diera el juego suficiente para desplegar las alas como si de un ave se tratase.

Así llegó la noche del 15 de mayo de 1793 cuando Diego acompañado de un amigo y de la hermana de éste se dispuso a poner en práctica la máquina que había construido.

Se subió a la peña más alta del castillo con su máquina envuelta en plumas de aves y desde allí se lanzó al vacío para mantenerse en el aire durante casi 400 metros.

A la mañana siguiente sus vecinos se mofaron de él al conocer la aventura y quemaron el aparato pensando que estaba hecho con ideas diabólicas.

6 años sobrevivió el inventor a su obra impidiéndole repetir su hazaña.

Una hazaña que da mucho que pensar.

No dudó en hacer lo que creía y por ello lo hizo.

¿Das también tanta importancia a tus ideas y no las dejas por nada ni nadie?