Cuando uno educa a su hijo adquiere una serie de conocimientos, de enseñanzas que le permiten gestionar con éxito a su equipo de proyecto.
Un equipo de proyecto es un grupo humano que como tal necesita ser recibir cuidados para que dé lo máximo de sí.
El Jefe de Proyecto (Project Manager) debe ser el encargado de velar para que el equipo de proyecto reciba esos cuidados y que éstos sean los adecuados.
Vamos a ver las 7 enseñanzas más importantes para conseguir gestionar al grupo de personas que forman nuestro equipo de proyecto.
Como padre/madre le vas indicando paso a paso las cosas que debe hacer, cuales son las normas y las rutinas que debe aprender y así él/ella va comprendiendo la dinámica del mundo que le rodea.
Cuando gestionamos un equipo de proyecto, debemos decirle a los miembros cual es su función, qué es lo que esperamos de ellos, con qué herramientas cuentan y cuáles son los plazos determinados.
Con ello conseguimos que conozcan la situación y sepan actuar frente a ella organizándose en la realización de las tareas planteadas y que nos puedan dar lo mejor de sí mismos.
Cualquier padre o madre puede afirmar que su hijo ha aprendido a hacer multitud de tareas y de acciones o incluso de comportamientos sin que nadie se los haya enseñado. Eso es debido a que ven lo que hacemos y lo imitan.
Un líder de un equipo de proyecto, esto es el Jefe de Proyecto, debe dar ejemplo siendo el primero en poner en práctica lo que predica y lo que exige a los demás.
Un líder que no predica con el ejemplo tiene los pies de barro y pierde la implicación de sus colaboradores.
Tu primera reacción puede ser recriminarle, llamarle al orden e incluso castigarle. Si actúas de esta forma lo que logras es que él se dé cuenta de que ha captado tu atención y que ha hecho algo notorio y que seguramente algún adulto de los que os rodea se rie, por tanto lo repetirá más.
La opción correcta es ignorar el comportamiento y hablar de otra cosa, cambiar el foco de atención a una acción diferente, si es posible positiva. Así ve que no causa efecto su acto de llamar la atención y lo olvidará.
En la gestión de un equipo de proyecto pasa lo mismo. En ciertas ocasiones hay miembros del equipo que cometen un error, actúan de forma precipitada y se arrepienten en el mismo momento en el que hacen el acto.
Por ello debemos tener la capacidad de darnos cuenta de qué situaciones son y si nos permiten hacer como si no hubiera pasado y debemos actuar de esta forma.
Con ello evitaremos un problema mayor, ya que el tomar medidas puede crear una situación incómoda dentro del equipo de proyecto.
Con el tiempo es capaz de realizar la tarea sólo e incluso va mejorando la forma de ejecutarla e incluso llega a optimizarla.
En un equipo de proyecto sucede exactamente lo mismo. Algunos miembros al principio no son capaces de realizar algunas tareas porque no las conocen, no están habituados a ellas, les falta formación, etc.
Hay que dedicarles tiempo para que puedan ser independientes y aportar, con su trabajo, al éxito del proyecto. Esta ayuda a medio plazo te liberará de algunas tareas propias y así podrás dedicar más tiempo a otras que lo necesiten. Y les dará a ellos una satisfacción personal que redundará en una mayor implicación en la consecución del objetivo.
Un equipo de proyecto debe sentirse como un equipo, como que todos forman parte de él y los que no pertenecen están fuera. Hay que crear un sentimiento de pertenencia al grupo.
Esto permite una mayor implicación, una mayor capacidad de ayuda a los demás miembros y una mayor eficiencia y eficacia, además de facilitar las horas de trabajo con un ambiente más agradable.
El famoso Black Team de IBM llegaba a que todos sus integrantes vistieran de negro para aumentar su diferenciación/identificación como grupo. Eran los únicos que lo hacían y que lo podían hacer. Con ello conseguían una implicación superior al resto y una eficacia extremada. Puedes leer más sobre ellos en este artículo de Manuel de la Villa sobre el The Black Team
Esta enseñanza funciona exactamente igual con un equipo de proyecto. Si discriminas a algunos miembros con respecto a otros, minas la confianza que el equipo tiene en ti y con eso pierdes implicación, dedicación y el aporte de nuevas ideas, en definitiva tu proyecto se resentirá.
Hay que ser justo y actuar de la misma manera ante situaciones similares y ante cualquier miembro del equipo.
Eso sí, salvo que la tercera enseñanza te diga que hagas lo contrario.
Cada vez que se esfuerza en realizar las cosas correctas debe sentir que tiene una recompensa al final del camino esperándole.
Por otro lado, cuando no haga las cosas como es debido debe sentir la desaprobación de tal acción.
No pensemos que una recompensa debe ser comprar un coche teledirigido o 4.000 piezas de lego: la mayor recompensa es nuestra atención y aprobación, al igual que el mayor castigo es el negar nuestra atención.
En un equipo de Proyecto la situación se repite. Si un miembro del equipo se esfuerza en realizar las tareas o en ayudar a los demás a completar las suyas debemos recompensarle.
Puede ser que a veces el tiempo extra dedicado podrá tener una compensación económica pero la mayoría de veces la primera recompensa que alguien necesita es que le digan lo bien que se ha esforzado y lo bien que lo ha hecho.
De igual forma si alguien no actúa como es debido debe sentir la desaprobación, es más lo necesitan saber el resto del equipo para que vean que ellos si lo están haciendo bien.
¿Crees que podemos aplicar alguna enseñanza más?
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